Escribe para EL OJO, Waldemar Monsalve, presidente Instituto de Ecología Chile Austral.-¿Han observado ustedes en el camino a Puerto Octay, las obras que se hicieron en el sector de acceso a la nueva planta Nestlé? ¿Les parece lógica y adecuada la forma como se intervino la faja fiscal, para la entrada y salida de camiones a ese futuro gran recinto industrial?
Francamente, me parece preocupante no haber sabido que alguien haya manifestado opinión sobre los evidentes riesgos que presentará la circulación en ese punto del camino Osorno a Puerto Octay, de ida o de regreso. En efecto, en dirección a Puerto Octay, queda en evidencia que se eligió el peor lugar para sector de acceso, ya que después del cruce a Pichil, existe una cuesta, y más encima, con curva.
Imagine usted cuando los camiones lleguen a la planta, y se encajonen para ingresar o salir del predio ubicado a mano derecha. Resulta increíble que ni Vialidad ni la Municipalidad de Osorno hayan reparado en que la empresa Nestlé modificó negativa y sensiblemente el área de faja fiscal, y habilitó una gran área como bandejón central; no se observa espacio adecuado, para bermas y para camiones circulando y estacionando. Es previsible que ese sector será un cuello de botella y verdadero punto de conflicto para el tránsito vehicular. Invito a ustedes a visitar el lugar y proyectar con mirada de futuro y de prevención. Deberían concluir que, al menos, es intranquilizador el diseño tan estrecho para el movimiento o impacto vial que generará esa gran industria. Veremos que podría pasar, pero me temo que, en pleno funcionamiento, estarán dadas las condiciones para que se produzcan accidentes.
¿Piensan ustedes que exagero? Bien, prefiero optar por aplicación de sentido común, que permite concluir que ahí hubo pega mal hecha: por una parte, dicha empresa pudo tener mayor responsabilidad social y aportar más espacio para agregar a la faja fiscal; por otro lado, Vialidad pudo exigir que se mejorara el diseño en la faja fiscal, y omitió hacerlo; y lo mismo pienso que pudo ser preocupación de la Municipalidad de Osorno, ya que ese punto es un sector rural que es espacio público, en el cual el municipio también debe tener una mirada de eficiente planificación territorial.
Si aún piensan que exagero, agreguemos otro elemento. A sólo un par de cientos de metros desde dicho sector de ingreso a la futura planta Nestlé, en dirección a Osorno, se encuentra el cruce Pichil por el cual se accede a las instalaciones de Mafrisur, y otra planta industrial. ¿Sabían ustedes que ese lugar es también conocido como “cruce de la muerte”?. Al respecto, recomiendo mucho cuidado al circular cerca de ese cruce, en especial al dirigirse hacia Puerto Octay. Allí se presenta una situación de gran peligrosidad para un vehículo que necesite virar hacia el norte a fin de ingresar al sector Pichil, y debe detenerse en la calzada, ya que no existe berma. Allí reside el mayor riesgo, ante un vehículo que llegue a ese sector después de la curva, y pueda impactar por alcance al vehículo que esté señalizando para virar hacia Pichil. Según la velocidad, el choque es previsible.
Está claro que quien dimensione estas consideraciones puede estar de acuerdo, ser escéptico o disentir. Bueno, de eso se trata. De tener la posibilidad de prever, y de criticar, para provocar reconsideraciones o cambios, antes de lamentar lesiones o muertes. Por último, ustedes comprenderán que he tomado un par de situaciones, para reflexionar y provocar a las conciencias desde el ámbito de la prevención. Ojalá que pudiéramos construir y mantener en nuestra comunidad una actitud solidaria y preventiva, para denunciar casos como éstos, que acarrean riesgos para la vida e integridad física de las personas.
Francamente, me parece preocupante no haber sabido que alguien haya manifestado opinión sobre los evidentes riesgos que presentará la circulación en ese punto del camino Osorno a Puerto Octay, de ida o de regreso. En efecto, en dirección a Puerto Octay, queda en evidencia que se eligió el peor lugar para sector de acceso, ya que después del cruce a Pichil, existe una cuesta, y más encima, con curva.
Imagine usted cuando los camiones lleguen a la planta, y se encajonen para ingresar o salir del predio ubicado a mano derecha. Resulta increíble que ni Vialidad ni la Municipalidad de Osorno hayan reparado en que la empresa Nestlé modificó negativa y sensiblemente el área de faja fiscal, y habilitó una gran área como bandejón central; no se observa espacio adecuado, para bermas y para camiones circulando y estacionando. Es previsible que ese sector será un cuello de botella y verdadero punto de conflicto para el tránsito vehicular. Invito a ustedes a visitar el lugar y proyectar con mirada de futuro y de prevención. Deberían concluir que, al menos, es intranquilizador el diseño tan estrecho para el movimiento o impacto vial que generará esa gran industria. Veremos que podría pasar, pero me temo que, en pleno funcionamiento, estarán dadas las condiciones para que se produzcan accidentes.
¿Piensan ustedes que exagero? Bien, prefiero optar por aplicación de sentido común, que permite concluir que ahí hubo pega mal hecha: por una parte, dicha empresa pudo tener mayor responsabilidad social y aportar más espacio para agregar a la faja fiscal; por otro lado, Vialidad pudo exigir que se mejorara el diseño en la faja fiscal, y omitió hacerlo; y lo mismo pienso que pudo ser preocupación de la Municipalidad de Osorno, ya que ese punto es un sector rural que es espacio público, en el cual el municipio también debe tener una mirada de eficiente planificación territorial.
Si aún piensan que exagero, agreguemos otro elemento. A sólo un par de cientos de metros desde dicho sector de ingreso a la futura planta Nestlé, en dirección a Osorno, se encuentra el cruce Pichil por el cual se accede a las instalaciones de Mafrisur, y otra planta industrial. ¿Sabían ustedes que ese lugar es también conocido como “cruce de la muerte”?. Al respecto, recomiendo mucho cuidado al circular cerca de ese cruce, en especial al dirigirse hacia Puerto Octay. Allí se presenta una situación de gran peligrosidad para un vehículo que necesite virar hacia el norte a fin de ingresar al sector Pichil, y debe detenerse en la calzada, ya que no existe berma. Allí reside el mayor riesgo, ante un vehículo que llegue a ese sector después de la curva, y pueda impactar por alcance al vehículo que esté señalizando para virar hacia Pichil. Según la velocidad, el choque es previsible.
Está claro que quien dimensione estas consideraciones puede estar de acuerdo, ser escéptico o disentir. Bueno, de eso se trata. De tener la posibilidad de prever, y de criticar, para provocar reconsideraciones o cambios, antes de lamentar lesiones o muertes. Por último, ustedes comprenderán que he tomado un par de situaciones, para reflexionar y provocar a las conciencias desde el ámbito de la prevención. Ojalá que pudiéramos construir y mantener en nuestra comunidad una actitud solidaria y preventiva, para denunciar casos como éstos, que acarrean riesgos para la vida e integridad física de las personas.
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