Escribe para El OJO, Bernardo Antriao.
Una vez más una decisión política local nos pone en el trance de definir situaciones valóricas, identitarias en un lapso de tiempo poco prudente. Espero que este proceso sea más inclusivo que el programa de celebración de los 450 años de la fundación de la ciudad, o el Bicentenario, aunque esta vez la inclusividad la deben asumir quienes propondrán sus textos literarios y musicales a un jurado.
¿Cómo cantar, interpretar y escuchar un himno de Osorno, para Osorno y con Osorno? ¿Será posible que el himno hable de lo que somos y para donde vamos?, ¿será posible que recoja lo mejor de nosotros?
Pero quiénes somos nosotros o quienes hemos sido?. Somos osorninos, osornenses, no somos valdivianos, ni chilotes, ni llanquihuanos. ¿El himno lo reflejará?
El Diccionario de la Lengua Española. RAE, 2001 define himno: como una composición poética en loor (elogio) de los dioses o los héroes, composición poética en alabanza de Dios, de la Virgen o de los santos, una poesía cuyo objeto es exaltar a un gran hombre, celebrar una victoria, u otro suceso memorable o expresar jubilo o entusiasmo. Composición musical dirigida a cualquiera de estos fines. Composición musical emblemática de una colectividad, que la identifica y que une entre sí a quienes la interpretan
A propósito de Mastodonte, primero y actualmente aclarado que se trata de un Gonfoterio, Osorno esta en el corazón de un territorio que la ciencia podría aclarar que posee vida cultural – humana- hace miles de años, por lo menos la arqueología así lo demuestra con los descubrimientos de la cerámica mapuche williche. Por ello me pregunto cuáles son las constantes históricas identitarias que representan el modo de vida de quienes hemos habitado este territorio, qué palabras y sonidos los representaran mejor para las futuras generaciones.
Hoy nos enfrentamos a que un ente organizador ha propuesto una metodología para que los creadores asuman este proceso y a un Jurado que resolverá. Posteriormente será la comunidad que con la práctica y no la imposición deberán discernir si les representa un himno emblema de una colectividad, que la identifica y que une entre sí a quienes la interpretan.
Por ello mi reflexión quiere contribuir a exaltar legítimamente lo siguiente: diversos espacios de diálogo han permitido detectar que Osorno es una sociedad que se ha construido sobre la base de procesos violentos, de exclusión, persecución y explotación. Es al mismo tiempo una sociedad que se regocija del tesón de su gente, del aporte que han hecho grupos de migrantes europeos que ha logrado importantes instituciones económicas y de producción.
MENTALIDADES
Y la influencia de las iglesias en la mentalidad de su gente y sus culturas, aunque también han destruido muchos valores originales. No cabe duda que la sociedad osornina aún se representa fuera de sus fronteras con estigmas: no es raro que se hable de Osorno como una sociedad parca, fome; también una sociedad discriminatoria y desigual, una cultura laboral patronal.
Un territorio de importante luchas y conquistas políticas donde sus actores sociales y populares la historia oficial no los recuerda, pero siÍalaba a las autoridades políticas, religiosas, militares y judiciales que ha tenido la comuna de Osorno, sin que se cuente las atrocidades que la historia inevitablemente suelta día a día. Se reconoce que en las últimas dos décadas ha habido una apertura a reconocer ciertos atisbos de Multicultualidad debido al fuerte trabajo y compromiso de los representantes del pueblo mapuche williche.
Aunque también se podría pensar: si se trata del himno de la provincia de Osorno: ¿estarán de acuerdo las seis restantes comunas? ¿Cuál será la amplitud del territorio cultural que inspirara a los potenciales autores de la letra del Himno?
La coexistencia de la cultura de la urbanidad y ruralidad, un territorio en permanente desmembramiento, primero del pueblo mapuche williche, luego de Valdivia, de Llanquihue. Antes del año 1979 la comuna de Osorno llegaba hasta el mar pero surgió la comuna de San Juan de La Costa, Rahue fue comuna a inicio del siglo XX y está a las puertas de volver a serlo.
DE LA NATURALEZA
No me imagino un himno que no hable a la vez de las bellezas naturales y de sus potencialidades. No cabe duda que todos tenemos el legítimo derechos a vivir en un espacio en que nos sintamos incluidos, mejorando nuestra calidad de vida, nos sintamos queridos, en que todos tengamos el gozo de disfrutar de la naturaleza y lo que la madre tierra nos da. Por ello, el sonido del viento, el calor del fuego, el refresco de su aguas, lo diversos de su arquitectura son parte del imaginario del osornino.
Está claro la imagen del Osorno que queremos en su calidad de vida, de su sensibilidad artística, en sus sistema de relaciones, en el grado de reconocimiento, de tesón, de trabajo, de igualdad entre sus miembros, de respeto a la naturaleza ¿será el nuevo himno parte del imaginario colectivo de los osorninos del siglo XXI?
Una vez más una decisión política local nos pone en el trance de definir situaciones valóricas, identitarias en un lapso de tiempo poco prudente. Espero que este proceso sea más inclusivo que el programa de celebración de los 450 años de la fundación de la ciudad, o el Bicentenario, aunque esta vez la inclusividad la deben asumir quienes propondrán sus textos literarios y musicales a un jurado.
¿Cómo cantar, interpretar y escuchar un himno de Osorno, para Osorno y con Osorno? ¿Será posible que el himno hable de lo que somos y para donde vamos?, ¿será posible que recoja lo mejor de nosotros?
Pero quiénes somos nosotros o quienes hemos sido?. Somos osorninos, osornenses, no somos valdivianos, ni chilotes, ni llanquihuanos. ¿El himno lo reflejará?
El Diccionario de la Lengua Española. RAE, 2001 define himno: como una composición poética en loor (elogio) de los dioses o los héroes, composición poética en alabanza de Dios, de la Virgen o de los santos, una poesía cuyo objeto es exaltar a un gran hombre, celebrar una victoria, u otro suceso memorable o expresar jubilo o entusiasmo. Composición musical dirigida a cualquiera de estos fines. Composición musical emblemática de una colectividad, que la identifica y que une entre sí a quienes la interpretan
A propósito de Mastodonte, primero y actualmente aclarado que se trata de un Gonfoterio, Osorno esta en el corazón de un territorio que la ciencia podría aclarar que posee vida cultural – humana- hace miles de años, por lo menos la arqueología así lo demuestra con los descubrimientos de la cerámica mapuche williche. Por ello me pregunto cuáles son las constantes históricas identitarias que representan el modo de vida de quienes hemos habitado este territorio, qué palabras y sonidos los representaran mejor para las futuras generaciones.
Hoy nos enfrentamos a que un ente organizador ha propuesto una metodología para que los creadores asuman este proceso y a un Jurado que resolverá. Posteriormente será la comunidad que con la práctica y no la imposición deberán discernir si les representa un himno emblema de una colectividad, que la identifica y que une entre sí a quienes la interpretan.
Por ello mi reflexión quiere contribuir a exaltar legítimamente lo siguiente: diversos espacios de diálogo han permitido detectar que Osorno es una sociedad que se ha construido sobre la base de procesos violentos, de exclusión, persecución y explotación. Es al mismo tiempo una sociedad que se regocija del tesón de su gente, del aporte que han hecho grupos de migrantes europeos que ha logrado importantes instituciones económicas y de producción.
MENTALIDADES
Y la influencia de las iglesias en la mentalidad de su gente y sus culturas, aunque también han destruido muchos valores originales. No cabe duda que la sociedad osornina aún se representa fuera de sus fronteras con estigmas: no es raro que se hable de Osorno como una sociedad parca, fome; también una sociedad discriminatoria y desigual, una cultura laboral patronal.
Un territorio de importante luchas y conquistas políticas donde sus actores sociales y populares la historia oficial no los recuerda, pero siÍalaba a las autoridades políticas, religiosas, militares y judiciales que ha tenido la comuna de Osorno, sin que se cuente las atrocidades que la historia inevitablemente suelta día a día. Se reconoce que en las últimas dos décadas ha habido una apertura a reconocer ciertos atisbos de Multicultualidad debido al fuerte trabajo y compromiso de los representantes del pueblo mapuche williche.
Aunque también se podría pensar: si se trata del himno de la provincia de Osorno: ¿estarán de acuerdo las seis restantes comunas? ¿Cuál será la amplitud del territorio cultural que inspirara a los potenciales autores de la letra del Himno?
La coexistencia de la cultura de la urbanidad y ruralidad, un territorio en permanente desmembramiento, primero del pueblo mapuche williche, luego de Valdivia, de Llanquihue. Antes del año 1979 la comuna de Osorno llegaba hasta el mar pero surgió la comuna de San Juan de La Costa, Rahue fue comuna a inicio del siglo XX y está a las puertas de volver a serlo.
DE LA NATURALEZA
No me imagino un himno que no hable a la vez de las bellezas naturales y de sus potencialidades. No cabe duda que todos tenemos el legítimo derechos a vivir en un espacio en que nos sintamos incluidos, mejorando nuestra calidad de vida, nos sintamos queridos, en que todos tengamos el gozo de disfrutar de la naturaleza y lo que la madre tierra nos da. Por ello, el sonido del viento, el calor del fuego, el refresco de su aguas, lo diversos de su arquitectura son parte del imaginario del osornino.
Está claro la imagen del Osorno que queremos en su calidad de vida, de su sensibilidad artística, en sus sistema de relaciones, en el grado de reconocimiento, de tesón, de trabajo, de igualdad entre sus miembros, de respeto a la naturaleza ¿será el nuevo himno parte del imaginario colectivo de los osorninos del siglo XXI?
2 comentarios:
Me parece bien su observación. A continuación describo algunos puntos que merecen una reflexión si es que sirve de algo al igual que su opinión estimado Bernardo.
- Un mes es poco tiempo para incluir a la mayor gente a participar de este concurso y eso es evidente.
- El premio para este concurso realmente es irrisorio, $ 3.000.000 para un himno que será el emblema musical de nuestra ciudad, con respecto a los $15.000.000 o $20.000.000 que se destinara en cohetones y bengalas, para luego arrojarlas en la noche del día del bicentenario, que solo quedara toneladas de humo y esmog, y les aseguro que a la semana siguiente nadie se acordara de ese evento.
- Con respecto a la votación de las obras preseleccionadas, no comparto en absoluto que 100 % de los votos estén en manos de la ciudadanía. Lo lógico sería que el 50% del os votos estén entre el jurado especialista y el 50% en los conciudadanos. Saquen sus conclusiones haber si sirve de algo todo lo expuesto.
Gracias.
anonimo1 solo comparto tu opinion en el ultimo punto, en el 1, no se dispone de tantos recursos como para celebrar todo el año, eso es obvio, en el 2, la tradicion de los fuegos artificiales y la fiesta de la challa creo que es mas recordada que el miso aniversario de osorno para nuestra ciudad, espero con ansias esta celebracion, y viajare desde santiago, mi actual ciudad, solo para presenciar esta fiesta de la ciudadania, esta claro que la idea del himno es que sea recordado por siempre, pero quien gane, no solo ganara 3 millones, si no que sera conocido en todo osorno, y con los años si la cancion se conveierte en un himno nacional e internacional, quedara en la historia, adios.
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