Por Francisco Reyes C.
Se veía venir...la pugna de protagonismo entre autoridades locales llegó a romper protocolos. Tras largos pasajes alejado de un discurso concertacionista, el alcalde Jaime Bertín decidió hacerse de la imagen de político de Oposición e irse en picada contra la Nueva Forma de Gobernar (NFG) y el gobernador provincial Rodrigo Kauak luego que éste lo invitara muy informalmente a participar de la apertura del puente Algarrobo.
“Cada vez que como municipio damos el vamos a una obra, hemos invitado formalmente a todas las autoridades con la debida antelación, teniendo una actitud siempre inclusiva”, reclamaba el edil DC a través de un comunicado con el que reaccionó al no ser convocado como esperaba a la importante actividad entre Rahue y Francke.
“Al Gobierno no le queda otra que vestirse con ropa ajena”, agregaba, en el climax de una disputa que ha tenido al menos otro 6 pasajes de declaraciones cruzadas y que se relacionan con la figuración que Bertín y Kauak tienen en actos públicos y en los medios de prensa.
“Lamentablemente a cuatro meses de la instalación de esta nueva forma de gobernar sólo hemos sabido de promesas y de quejas de lo mal que lo hizo el gobierno anterior, a lo que se suma la inauguración de obras ideadas, trabajadas y materializadas en gobiernos de la Concertación”, enfatizaba.
Y no es mala la estrategia del jefe comunal de Osorno si requiere recuperar apoyos de partido, de la Concertación y el aplauso popular de quienes no votaron ni votarían por la NFG.
Ya lo habíamos planteado en otra columna: en su búsqueda de crecimiento político-público, Bertín se instaló como presidente del Capítulo Provincial de Alcaldes, representante del Capítulo Regional, pero su imagen y acciones comunicacionales se personalizaron en extremo hasta distanciarse de la propia obra de su coalición de la cual fue gobernador e intendente.
Hoy el alcalde vuelve atrás y raya la cancha: primero, responde con fuerza a un consejero regional de la UDI que critica su estilo en la consecución de recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional y ahora se instala como autoridad opositora al Gobierno, defiende el trabajo colectivo de la Concertación en el poder y ataca las promesas de campaña de Sebastián Piñera y cómo lo han hecho en el poder desde el 11 de marzo de 2010.
“Exigimos de una vez por todas que se comiencen a cumplir las promesas, hoy la bencina está por las nubes, al igual que los niveles de cesantía. Yo me pregunto, ¿ha parado la delincuencia?, ¿se ha terminado realmente con el 7% de los jubilados?, cuándo Osorno comenzará a trabajar su proyecto de Estadio?”.
Y remata aludiendo a uno de los líderes de la Alianza y la recordada acusación de “tongo”. “No me parecería extraño que próximamente el propio senador Allamand sea quien esté cortando la cinta del Puente San Pedro, tras todas las acusaciones que se han realizado sobre la construcción de dicha obra”.
OTRA VEREDA
Lo del camino del alcalde Osorno es nuevo y digno de análisis. Sobre todo porque pareciera cruzar a una vereda en que las cosas parecieran verse desde otra óptica, no desde la “Gestión Bertín”.
“Hasta el día de hoy no sabemos cuántos son los subsidios que nuestra comuna obtendrá para los cientos de allegados que aún no cuentan con su vivienda. Tampoco hemos tenido noticias de los trabajos del proyecto acceso norte y del tramo faltante de la Ruta 215. Veo que están más preocupados de organizar ceremonias de obras que sacamos adelante en el gobierno anterior”, eran parte de las frases con las que selló públicamente su nueva impronta.
Pero ¿su reacción fue tan enérgica porque el protocolo se pasó por alto en desmedro de su envestidura o porque su defensa a la obra Concertación está decidida de aquí a 3 años?
Si no era inauguración oficial lo del puente, ¿corre el protocolo?
Hoy, peatones y conductores podrán cruzar un nuevo viaducto que permite ahorrar tiempo y dinero, que próximamente conectará la Ruta U-40 con el acceso norte a Osorno y que fortalecerá la cadena de producción del territorio. ¿No es eso lo importante?
Aquí, el bien común ganó con creces más allá si hay invitaciones a cursar, actos públicos a los cuales asistir o cintas tricolores qué cortar.
La decisión de Kauak de no invitar al alcalde como corresponde sólo activa críticas y pugnas; aunque Ojo, de eso hay para rato y quizás para escribir otro capítulo.
Se veía venir...la pugna de protagonismo entre autoridades locales llegó a romper protocolos. Tras largos pasajes alejado de un discurso concertacionista, el alcalde Jaime Bertín decidió hacerse de la imagen de político de Oposición e irse en picada contra la Nueva Forma de Gobernar (NFG) y el gobernador provincial Rodrigo Kauak luego que éste lo invitara muy informalmente a participar de la apertura del puente Algarrobo.
“Cada vez que como municipio damos el vamos a una obra, hemos invitado formalmente a todas las autoridades con la debida antelación, teniendo una actitud siempre inclusiva”, reclamaba el edil DC a través de un comunicado con el que reaccionó al no ser convocado como esperaba a la importante actividad entre Rahue y Francke.
“Al Gobierno no le queda otra que vestirse con ropa ajena”, agregaba, en el climax de una disputa que ha tenido al menos otro 6 pasajes de declaraciones cruzadas y que se relacionan con la figuración que Bertín y Kauak tienen en actos públicos y en los medios de prensa.
“Lamentablemente a cuatro meses de la instalación de esta nueva forma de gobernar sólo hemos sabido de promesas y de quejas de lo mal que lo hizo el gobierno anterior, a lo que se suma la inauguración de obras ideadas, trabajadas y materializadas en gobiernos de la Concertación”, enfatizaba.
Y no es mala la estrategia del jefe comunal de Osorno si requiere recuperar apoyos de partido, de la Concertación y el aplauso popular de quienes no votaron ni votarían por la NFG.
Ya lo habíamos planteado en otra columna: en su búsqueda de crecimiento político-público, Bertín se instaló como presidente del Capítulo Provincial de Alcaldes, representante del Capítulo Regional, pero su imagen y acciones comunicacionales se personalizaron en extremo hasta distanciarse de la propia obra de su coalición de la cual fue gobernador e intendente.
Hoy el alcalde vuelve atrás y raya la cancha: primero, responde con fuerza a un consejero regional de la UDI que critica su estilo en la consecución de recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional y ahora se instala como autoridad opositora al Gobierno, defiende el trabajo colectivo de la Concertación en el poder y ataca las promesas de campaña de Sebastián Piñera y cómo lo han hecho en el poder desde el 11 de marzo de 2010.
“Exigimos de una vez por todas que se comiencen a cumplir las promesas, hoy la bencina está por las nubes, al igual que los niveles de cesantía. Yo me pregunto, ¿ha parado la delincuencia?, ¿se ha terminado realmente con el 7% de los jubilados?, cuándo Osorno comenzará a trabajar su proyecto de Estadio?”.
Y remata aludiendo a uno de los líderes de la Alianza y la recordada acusación de “tongo”. “No me parecería extraño que próximamente el propio senador Allamand sea quien esté cortando la cinta del Puente San Pedro, tras todas las acusaciones que se han realizado sobre la construcción de dicha obra”.
OTRA VEREDA
Lo del camino del alcalde Osorno es nuevo y digno de análisis. Sobre todo porque pareciera cruzar a una vereda en que las cosas parecieran verse desde otra óptica, no desde la “Gestión Bertín”.
“Hasta el día de hoy no sabemos cuántos son los subsidios que nuestra comuna obtendrá para los cientos de allegados que aún no cuentan con su vivienda. Tampoco hemos tenido noticias de los trabajos del proyecto acceso norte y del tramo faltante de la Ruta 215. Veo que están más preocupados de organizar ceremonias de obras que sacamos adelante en el gobierno anterior”, eran parte de las frases con las que selló públicamente su nueva impronta.
Pero ¿su reacción fue tan enérgica porque el protocolo se pasó por alto en desmedro de su envestidura o porque su defensa a la obra Concertación está decidida de aquí a 3 años?
Si no era inauguración oficial lo del puente, ¿corre el protocolo?
Hoy, peatones y conductores podrán cruzar un nuevo viaducto que permite ahorrar tiempo y dinero, que próximamente conectará la Ruta U-40 con el acceso norte a Osorno y que fortalecerá la cadena de producción del territorio. ¿No es eso lo importante?
Aquí, el bien común ganó con creces más allá si hay invitaciones a cursar, actos públicos a los cuales asistir o cintas tricolores qué cortar.
La decisión de Kauak de no invitar al alcalde como corresponde sólo activa críticas y pugnas; aunque Ojo, de eso hay para rato y quizás para escribir otro capítulo.
1 comentarios:
Por la pugna de protagonismo se han olvidado de incluir en su "protocolo" a los involucrados que son los vecinos del sector Francke y Rahue, muchos nos enteramos hoy y eso que vivimos a cuadras del puente.
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