¿Y tú, todavía estás ahí”, resulta ser ya una molesta cantinela para cientos de funcionarios públicos que llegaron con los Gobiernos de la Concertación.
Por Francisco Reyes C.
¿Y tú, todavía estás ahí”, resulta ser ya una molesta cantinela para cientos de funcionarios públicos que llegaron con los Gobiernos de la Concertación y que en la “Administración Piñera” resisten la presión social, la que también hace la Derecha y la que establecen muchos desempleados que desde el 11 de Marzo se pasean por las reparticiones con un currículum bajo el brazo, convencidos en que habrá una oportunidad en la “nueva forma de gobernar”.
En Puerto Montt, el presidente regional de la Anef, Nelson Pérez, se ha esmerado en plantear que hasta ahora los servicios públicos se mantienen trabajando normalmente y que salvo los funcionarios de exclusiva confianza del Gobierno que ya se fue, nadie más ha dejado sus cargos.
A través del diario “El Llanquihue”, Pérez incluso identificó a quienes debían irse con la llegada de Piñera y sus “boys”: los seremis, los directores regionales de servicio de confianza política, los asesores de la autoridad. En resumen: todo aquel funcionario de confianza al Gobierno de Bachelet.
La nominación del intendente Juan Sebastián Montes Porcile provocó la renuncia voluntaria de los jefes de División del Gobierno Regional, de la gran mayoría de los secretarios regionales ministeriales, de los asesores del ex intendente Sergio Galilea, pero hay varios otros de “confianza” que se mantienen en sus cargos. A ellos ya se les vino una silenciosa condena partidista.
La realidad provincial es distinta en Osorno. El anuncio de Montes de que entre el miércoles y jueves de esta semana habrá nuevos seremis y directores regionales de servicio, más que generar renuncias voluntarias, ha provocado que todos permanezcan en sus puestos a la espera de lo que pasará. La lógica es que si hay cabeza visible del nuevo Gobierno, a nivel nacional y regional, entonces sí se puede entregar el cargo. De lo contrario, ¿a quién entregarlo?
Pero la lógica a veces parece no ser tan lógica, desde el punto de vista que se mire. Porque se sabe que algunos jefes provinciales de servicio esperan saber quién será la nueva cabeza regional para definir sus pasos y entonces, la salida voluntaria no se visualiza como tan obvia.
Desde un enfoque, quien llega a un cargo de confianza política con un Gobierno se va con ese Gobierno. Desde otro, quien llega a prestar servicios técnicos, pese a la confianza o afinidad política, no tiene por qué renunciar a su derecho al trabajo. Menos, sin por el bien del país “se hace necesario seguir aportando”.
Políticamente, para los militantes de partidos de la Concertación, quedarse trabajando para un gobierno de Derecha, es condenable, pero la defensa surge desde el propio ataque: “La Coalición no tiene gente, y quedándome a trabajar les demostramos que otra cosa es con guitarra”.
La Asociación Nacional de Empleados Fiscales(Anef) regional y la provincial no han profundizado en su planteamiento. En Puerto Montt, Nelson Pérez, y en Osorno, Roberto Cano, se han remitido a señalar que todo está normal y que se confía en un Gobierno que valorará el aporte que hagan al país los funcionarios públicos “de carrera”.
De hecho, ya anunciaron a través de los medios que la Anef se entrevistará con el Presidente Sebastián Piñera para clarificar qué hará el Gobierno con los funcionarios en calidad de honorarios y contrata que demandan estabilidad, y, además, que mantienen optimismo respecto a que el intendente regional cumplirá su palabra y dará tranquilidad a los funcionarios “que trabajan” y que no se dedican a la operación política.
Muy pasivos o quizás demasiado tácticos, señalan que eso de que “desde ahora los funcionarios públicos deberán levantarse más temprano para trabajar” fue sólo una “broma” del Presidente Piñera y que la lógica del “desalojo” del senador Allamand ya está desalojada del Palacio regional y provincial.
Ver para creer, si se cuenta el número de vitae vital con los que cuentan los intendentes, los gobernadores, los diputados y todos quienes están cerca del poder del Gobierno de Piñera. En la Región de Los Lagos, los funcionarios de confianza no alcanzan el 20 por ciento de los trabajadores públicos. Con la gente que demanda “pega” en esta nueva administración hay para parar al menos 4 regiones y quedamos cortos.
Por Francisco Reyes C.
¿Y tú, todavía estás ahí”, resulta ser ya una molesta cantinela para cientos de funcionarios públicos que llegaron con los Gobiernos de la Concertación y que en la “Administración Piñera” resisten la presión social, la que también hace la Derecha y la que establecen muchos desempleados que desde el 11 de Marzo se pasean por las reparticiones con un currículum bajo el brazo, convencidos en que habrá una oportunidad en la “nueva forma de gobernar”.
En Puerto Montt, el presidente regional de la Anef, Nelson Pérez, se ha esmerado en plantear que hasta ahora los servicios públicos se mantienen trabajando normalmente y que salvo los funcionarios de exclusiva confianza del Gobierno que ya se fue, nadie más ha dejado sus cargos.
A través del diario “El Llanquihue”, Pérez incluso identificó a quienes debían irse con la llegada de Piñera y sus “boys”: los seremis, los directores regionales de servicio de confianza política, los asesores de la autoridad. En resumen: todo aquel funcionario de confianza al Gobierno de Bachelet.
La nominación del intendente Juan Sebastián Montes Porcile provocó la renuncia voluntaria de los jefes de División del Gobierno Regional, de la gran mayoría de los secretarios regionales ministeriales, de los asesores del ex intendente Sergio Galilea, pero hay varios otros de “confianza” que se mantienen en sus cargos. A ellos ya se les vino una silenciosa condena partidista.
La realidad provincial es distinta en Osorno. El anuncio de Montes de que entre el miércoles y jueves de esta semana habrá nuevos seremis y directores regionales de servicio, más que generar renuncias voluntarias, ha provocado que todos permanezcan en sus puestos a la espera de lo que pasará. La lógica es que si hay cabeza visible del nuevo Gobierno, a nivel nacional y regional, entonces sí se puede entregar el cargo. De lo contrario, ¿a quién entregarlo?
Pero la lógica a veces parece no ser tan lógica, desde el punto de vista que se mire. Porque se sabe que algunos jefes provinciales de servicio esperan saber quién será la nueva cabeza regional para definir sus pasos y entonces, la salida voluntaria no se visualiza como tan obvia.
Desde un enfoque, quien llega a un cargo de confianza política con un Gobierno se va con ese Gobierno. Desde otro, quien llega a prestar servicios técnicos, pese a la confianza o afinidad política, no tiene por qué renunciar a su derecho al trabajo. Menos, sin por el bien del país “se hace necesario seguir aportando”.
Políticamente, para los militantes de partidos de la Concertación, quedarse trabajando para un gobierno de Derecha, es condenable, pero la defensa surge desde el propio ataque: “La Coalición no tiene gente, y quedándome a trabajar les demostramos que otra cosa es con guitarra”.
La Asociación Nacional de Empleados Fiscales(Anef) regional y la provincial no han profundizado en su planteamiento. En Puerto Montt, Nelson Pérez, y en Osorno, Roberto Cano, se han remitido a señalar que todo está normal y que se confía en un Gobierno que valorará el aporte que hagan al país los funcionarios públicos “de carrera”.
De hecho, ya anunciaron a través de los medios que la Anef se entrevistará con el Presidente Sebastián Piñera para clarificar qué hará el Gobierno con los funcionarios en calidad de honorarios y contrata que demandan estabilidad, y, además, que mantienen optimismo respecto a que el intendente regional cumplirá su palabra y dará tranquilidad a los funcionarios “que trabajan” y que no se dedican a la operación política.
Muy pasivos o quizás demasiado tácticos, señalan que eso de que “desde ahora los funcionarios públicos deberán levantarse más temprano para trabajar” fue sólo una “broma” del Presidente Piñera y que la lógica del “desalojo” del senador Allamand ya está desalojada del Palacio regional y provincial.
Ver para creer, si se cuenta el número de vitae vital con los que cuentan los intendentes, los gobernadores, los diputados y todos quienes están cerca del poder del Gobierno de Piñera. En la Región de Los Lagos, los funcionarios de confianza no alcanzan el 20 por ciento de los trabajadores públicos. Con la gente que demanda “pega” en esta nueva administración hay para parar al menos 4 regiones y quedamos cortos.
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