A propósito del voto en el extranjero: guerra en el Congreso

Por Juan Emilio Herrera, periodista.
Hay parlamentarios en el Congreso Nacional que han decidido desenfundar sus armas para emprender una guerra muy singular...¿Su enemigo? Los chilenos que viven en el extranjero...¿Su causa? Impedir que ellos ejerzan el derecho a voto en elecciones presidenciales.

¿Qué arma se esgrime?...Que no podemos permitir que aquellos chilenos que residen en el exterior --y que, por lo tanto, "no se interesan por lo que ocurre en su patria"--puedan influir sobre los destinos de Chile, contribuyendo con su sufragio a elegir un Presidente. Nada sería más contrario al espíritu de la democracia --según se afirma- que permitir semejante aberración.

El caballo de batalla de esta cruzada histórica es la palabra "vínculo"...Un compatriota radicado en el extranjero no debiera tener derecho a votar en las oficinas de su consulado, si no demuestra un vínculo con el país. De nada le sirve haber nacido en este suelo, sentir amor a la patria o tener familia y bienes raíces en el territorio nacional. Lo único que puede resguardar su derecho constitucional a emitir un sufragio es demostrar dicho vínculo...
¿De qué manera? Probando que "ha viajado" a Chile, suficientes veces, en los 10 años previos a los comicios.

Así, esta avanzada parlamentaria -punta de lanza de una campaña gubernamental- proclama que el derecho a voto no es inherente a la condición de ciudadano chileno. Y que los chilenos residentes en el extranjero sólo podrán acceder a este derecho fundamental de una sola manera: acumulando boletos de avión. ¿Habrá que retornar a las aulas para redefinir los fundamentos del Derecho Constitucional?

Si siguiéramos la línea argumental de quienen propician este nuevo esquema jurídico, Chile debería salir a enmendarles la plana a tantos otros países de larga trayectoria democrática que --equivocadamente, según ellos-- permiten el voto de sus ciudadanos en el extranjero, sin ninguna restricción.

Pero, en el fragor de la batalla, ellos han omitido un hecho fundamental: los chilenos que viven en el exterior -¡precisamente por estar lejos de la patria!-- tienen un vínculo más profundo con el país. Chile nunca podría ser un tema que les fuese indiferente, ya que sienten mayor apego que nadie a su tierra natal; valoran las cualidades de la patria con nostalgia infinita; se preocupan por informarse del acontecer nacional con mayor avidez que cualquiera de nosotros; y les importa que el país progrese, porque algún día esperan regresar.

Hay que haber vivido 12 años lejos de Chile para saber que esto es así. Y -por lo demás- es una realidad que está documentada en innumerables testimonios escritos, orales y audiovisuales de chilenos "patiperros".

Lamentablemente, sin embargo, quienes batallan por restringir, podar y prohibir el ejercicio de derechos cívicos elementales -sin temor alguno a quedarse en el lado equivocado de la Historia- persistirán tenazmente en su afán.

Y no darán tregua en esta "guerra" singular.
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1 comentarios:

MONSIEUR JAMES dijo...

Imposible es despercudirse de las aberraciones encastradas en la constitución del Estado luego de la dictadura militar y del fanatismo conservador.

Como si los que viven en el extranjero, lo hicieron por gusto, como si la gran mayoría no fue víctimas de robos, violencia y mera expulsión, solo por no estar de acuerdo.

Pero Chile en su loca geografía, si mira hacia el Sur la derecha se hunde en el mar y si mira hacia el norte tendrá siempre la muralla de los Andes.

Dejé de ser chileno por esa razón el Banco del Estado cerró cuentas en favor de la dictadura, los fondos de retiro desaparecieron por arte de magia en favor de?... me pregunto.

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